Creo que me gusta demasiado la frase tan conocida, que ni siquiera se de donde sale, 'en el sótano de tu fracaso siempre hay un escalón más', quizás sea porque esta época de mi vida no es como la esperaba y me veo constantemente bajando, o quizás mejor dicho resbalando por los escalones de mi fracaso, donde termino sentada examinando cada una de las grietas que hay en ellos y me hacen caer.
Pero el fracaso es bonito, en el ves todo lo que no quieres, incluso puedes deleitarte en él, en sus hondas, porque al final en mi fracaso no hay un suelo frío, siempre hay agua, agua helada que se te clava como mil agujas, que te envuelve intentando ahogarte, pero cuando lo aceptas descubres que en ese agua se puede respirar, comienzas a apreciarla porque el sufrimiento que te otorga duele menos si sabes que te purifica.
En el momento que se produce ese cambio de perspectiva, todo vuelve a su cauce, aprendes que la vida al final también es el ser capaz de caer, querer la caída porque forma parte de ti y te hará sobrevivir, porque el aprendizaje también es aquello que vivimos y sabemos que no queremos volver a vivir.
Y después de esta retahíla de pensamientos sin sentido, queda dar las gracias (que nunca son suficientes) a quien hizo estas fotos posibles, Sara Vela @sarawberry, gracias por seguirme en todas mis ideas y sobretodo por darme comida y risas cuando estoy en los escalones mas bajos.