Número 4: He titulado a esto 'pulsito'

Este número comienza por una conversación por whatsapp porque el individualismo se está comiendo la colectividad, haciéndonos pensar que estamos conectados, mientras la soledad se nos va comiendo, pero supongo que ese es un tema para otro número. El asunto es que Sergio dijo que hiciéramos un número de desnudo, así que me puse en actitud pasivo-agresiva, que es muy mía, y le dije que en mi opinión ellos, como hombres, no tienen derecho a hablar de este tema pues no lo han vivido desde dentro, nunca se han sentido coartados por este tema, nunca se les ha limitado la vida por esto, nunca han tenido que esconder lo que les representa. Me atrevería a decir que han recibido palmadas por enseñar lo que representa a otras, mientras ellas son juzgadas, ¿privilegios? ¿dónde? ¿se comen?

Por suerte estos dos compañeros fabulosos que tengo saben llevarme con asertividad, así que concluimos hacerlo como un beef personal entre nosotros. Y porque de la contraposición de posturas no hay que sacar enfados sino lecciones.

Me sigo manteniendo en que NADIE tiene derecho a hablar de lo que no ha vivido, ni a colgarse la medalla, pero sí que es cierto que respeto el comportamiento de mis compañeros y sé que lo hacen con su mejor intención. Pero... mientras yo tengo que vivir detrás de pseudónimos, tapándome la cara para enseñar mi cuerpo para que se me siga respetando profesionalmente, porque ya ha pasado el momento en el que no se me respeta en el ámbito personal. Trabajé mucho para estar donde estoy y los prejuicios no van a tirarlo por la borda, aunque tenga que luchar desde el anonimato, seguiré haciendo lo que me gusta porque me da la gana. Si esperábais que contase motivos profundos, invitadme a un tinto.

Por último, añadir que mientras yo me escondo, hay gente que aplaude a mis compas con frases del rollo de 'qué machote, cuantas tetas ves' seguido de risas guturales y unga unga de troglodita básico, cuando esos no son los valores que ellos quieren transmitir. Yo lo sé bien y que les pongan en esa situación para mí también es machismo.

Podría hablar de los follógrafos pero me enervo, termino sacando mi actitud pasiva-agresiva y he prometido intentar ser asertiva. Así que imaginaos mi opinión o invitadme a tintos (de nuevo).

Por último destacar que al final son las modelos las que se ven expuestas y juzgadas, solo ellas deberían hablar y se les quita la voz siempre, pero aún así siguen luchando para quien quiera oírlas y entender más allá de los prejuicios.

Besos y abrazos.

Tania. Noviembre 2017.