2021

Nunca una introducción fue tan fácil: mes de enero, despedimos el 2020 (y con qué ganas), damos la bienvenida al 2021 cargado de altas expectativas.... vamos, que no necesito ni hablar del tiempo.

Llevamos meses queriendo dejar atrás el 2020 pero hay que reconocerle su mérito. Haciendo la frivolidad de dejar a un lado el dolor y la pérdida de tantas personas, el 2020 nos ha dado la oportunidad de repensar un poco cómo estamos viviendo nuestras vidas.

Hemos tenido una experiencia insólita de parón y recogimiento forzoso. Al margen de cómo le haya sentado a cada uno, ha sido novedoso completamente.

Particularmente creo que la experiencia (del confinamiento) no ha sido lo suficientemente prolongada como para dejar una huella duradera que transcienda la mera anécdota para nuestros nietos. En cualquier caso, ahí está.

Tras tanta agitación y emoción durante meses, hemos querido recibir al 2021 como el año que traerá una normalidad más o menos conocida. Hasta nos frotábamos las manos pensando en un 2021 aburridillo, sin sorpresas ni altibajos. 

Siento una gran curiosidad por cómo irán desarrollándose los acontecimientos. De momento seguro que todos coincidimos en que su entrada ha sido apoteósica: tercera ola de covid completamente descontrolada por todo el mundo, asalto al Capitolio en EEUU, y nevada histórica en Madrid que ha paralizado todos los servicios.

Vaya, al final sí que he tenido que hablar del tiempo.

Miguel Hernández. Enero 2021.