Somos tres. ¡Ya somos tres!.
¿Somos tres?
Un viaje que se fragua en su propio cuerpo, en busca de una Ítaca que sólo puede tener cimientos en su vientre. Durante el camino hostiga el oleaje de cambios físicos y altibajos hormonales.
¡Camina con esperanza!, ¡vive con esperanza!. ¡Ya somos tres! Aproximadamente dos semanas de tránsito en el que los ánimos quiebran y se recomponen. No sería el primer naufragio que hemos vivido durante esta odisea.
¿Ya somos tres?
Ver señales donde no las hay. Entender señales que significan lo mismo y su contrario.
Soltar amarras y que la corriente nos lleve donde quiera.
¿Ya somos tres?
Somos hogar, somos familia.
¿Podremos albergar a nuestro tercero?
No.
No somos tres.
Sea en esta ola, o en la siguiente, seguiremos esperando a que llegues a nuestra tierra y tus pies se asienten en ella.