Número 32

Persiguiendo tempestades

Nos levantamos con los cristales empañados, con mis pies como siempre fríos. La playa había desaparecido, se la habían tragado el viento y las olas. Esas olas que rugían que daban miedo cuando llegamos a Santa Justa. La espuma del mar volando como confetti, empapándonos los huesos.

Persiguiendo tempestades por caminos de tierra, viendo desde el coche como esas olas se levantaban por encima de las rocas, de los edificios, las olas hasta el cielo.

Aterrador e imposible, como solo la naturaleza puede serlo. Salvaje y hermosa.



Silencio

Creo que nunca había escuchado tanto silencio. Es como si se hubiera parado el mundo. Como si nos hubiéramos quedado sordos. Puede que el universo nos estuviera diciendo que todavía no era el momento de seguir; puede que sea hora de parar y reflexionar.

Parece que las cosas nos pasan por encima, sin dejar huella. ¿Habremos perdido la capacidad de aprender? ¿Hacemos frente a tantos estímulos cada día que ya nada nos conmueve?

Si me pongo los cascos, subo el volumen de la música y salgo a la calle, hay ratos en los que me desdoblo. Empiezo a mirar todo como si fuera una película. Entonces, cuando dejo de ser yo, me doy cuenta de que vivo en automático, dejándome llevar por la inercia.

Y de repente empieza a nevar. Cojo la cámara y vuelvo a conectarme con algunas de las cosas que importan.

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Aterrizado

Originar. Abrir. Estallar.

Alumbrar. Iluminar. Aluzar. Dar a luz. Traer al mundo. Parir.

Descender. Caer. Desplomarse. Aterrizar.

Cegarse con la llegada. Resbalar según se inicia. Tropezar en el primer paso. Sonreír en el vértigo. Besar el suelo. Abrazarlo, y para abarcarlo, desparramarse.

Estrellado, casi como el firmamento. Esparcido. Diseminado.

En esta vida hay que ir con los brazos abiertos para entenderla y mantenerse cegado para escuchar su poema.

La piedra nunca será lo suficientemente dura para amortiguar la ternura de nuestra carne.

2020

Desde que empezamos este proyecto siempre he pensado que si habría huevos a escribir un artículo a partir de una única foto. La idea siempre me había parecido como si me escaqueara. Como si dijera: pues sí, lo reconozco, este mes he sido un poco vago.

Pero mira, hemos pasado todos 2020 y a mí ya me da todo igual. He estado meses sin hacer fotos. He pasado meses sin escribir. He publicado fotos sin texto. Y muchos textos sin sentido. Y qué demonios, que pienso que esta es mi mejor foto de 2020. Recoge al máximo lo que ha sido 2020 para mí y para muchos.

Está hecha en el lugar que más tiempo he pasado este año, con la cámara que más me gusta.

Las formas del hielo

El último día de 2020 lo pasé en la montaña. Por eso de acabar el año un poco en alto. Subí buscando la nieve que en Madrid no teníamos. Para qué diré nada…

Dicen que no hay dos copos de nieve iguales. ¿Hay dos trozos de hielo iguales?

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