Ahora tengo una nueva luz y estoy organizando mis pensamientos.
Todo ha pasado rápido y sin mucha meditación. En tiempos de confinamiento cualquier huida es atractiva.
Paseo mucho, observo mucho. A veces aparece un olor, algún paisaje que encuentro en la carretera o un determinado sabor que me devuelven recuerdos de mi infancia.
Me doy cuenta de que todo lo que he hecho estos años es correr sin mirar atrás.