Un paseo por la rutina

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La rutina tiene pocas cosas buenas, pero alguna tiene. Como no tener que pensar qué te vas a poner hoy. O si irás a tomar un café, porque no irás. Ni por dónde vas a pasear. Porque será por donde siempre.

¿Y dónde está lo bueno en pasear siempre por el mismo sitio? Que, de tanto hacerlo, empiezas a ver patrones en la rutina. Y a veces encuentras patrones maravillosos.